Los partisanos de la XXIX División de Herzegovina después de entrar a Nevesinje en 1945.
Nevesinje
Recuerdo de Hasan Tanović
Nací en Nevesinje, en Herzegovina, una ciudad bonita y pequeña, un caserío en el que en mi niñez más temprana estaba poblado casi exclusivamente por musulmanes, que eran más del 75% y tal vez un 5 % de croatas. El resto eran serbios.
Y llegó el año 1941 y comenzó la guerra. Yo en ese entonces era un niño. Eran tres hermanos – uno era mi padre Hajdar Derviš, el otro era Suljo Sulejman, el tercero era Ahmet.
Un día en el año 1941 Ahmed fue a Mostar con un amigo, con el hijo del carnicero, Trbonja… y en el camino a Mostar, en Bišina, en un paso que es como un cañón, a ellos dos los agarraron los serbios y los llevaron a Udržnje, fueron las primeras víctimas de Nevesinje. Los quemaron vivos. Los dieron vuelta al revés y debajo de ellos encendieron el fuego. Ni uno ni el otro ni siquiera pisaron a una hormiga. No le debían ni le hicieron nunca ningún mal a nada a nadie. La guerra fue una desgracia.
A así la Guerra pasa, pasa, llega el año 1945. El día 14 de febrero del año 1945 los partisanos supuestamente liberan Nevesinje. Y la gente sale ante ellos. Pero mi madre tenía alguna intuición y nos escondió a mí y a mi padre en el altillo. Y a la ciudad llegan los partisanos. La gente es así, ingenua, salió a saludarlos. Salió también Kadrija Konjalija, secretario del Comité del Partido Comunista en Nevesinje.
Aquello que vi con mis propios ojos fue horrendo. La ventanita del altillo daba al edificio del municipio. Eso era un patio. Y nosotros observábamos lo que sucedía, mi padre y yo. Los partisanos reunieron a todos los musulmanes y croatas, los pusieron en fila, y frente a la fila pusieron una ametralladora. Lo pusieron también al imán. Había 30, 40 personas, cuanto pude ver. La ventana estaba abierta y la vista apuntaba justo a ese lugar. Aquel partisano se sienta detrás de la ametralladora… y frente a él las personas que vinieron a saludar, a esperarlos (a los “libertadores”). Dos de ellas, personas inteligentes, vieron lo que sucedería. Eran Sejdo Saračić y Beg Bašagić. Se tiraron al piso antes de que apretase el gatillo y la ametralladora barriese a todas esas personas. ¡Miro con los ojos infantiles horrorizados como el verdulero Enver Ljubović, que tendría unos 28, 27 años, de repente sale huyendo de esa fila! Y detrás suyo un oficial con la pistola, una vez, dos veces, tres veces, cuatro veces – lo voltea y lo mata.
Entonces mira si todavía alguien da señales de vida. A uno lo ultimaron con un disparo en la cabeza. Beg Bašagić y Sejdo Saračić al anochecer vienen sigilosamente a través de un paso a nuestra casa…
La casa grande de Tanović allí, y adentro esta casa de Gašo, allí, un poco retirada. Y aquí tienes a Bašagić, aquí tienes a Sejdo Saračić, como si hubiesen vuelto de los muertos, y cuentan cómo fue todo eso, como se tiraron al piso en el momento en el que se apretó el gatillo.
Volvamos… Al otro día nosotros de alguna manera bajamos, comenzó a funcionar la autoridad civil, y se podía ir por la ciudad. Yo voy a ese puente que va hacia Pahlevina, allí arriba donde Bjelica tenía su propiedad. Veo a Kadrija Konjalija, asesinado, con el cerebro esparcido.
Ese día fueron asesinados 189 musulmanes, de 10, 12 … hasta 60 años. El que se escondió, se escondió, y el que no, no. Y croatas asesinaron cuantos había. También fueron asesinadas tres mujeres de los Kolak, pero las mató aquella Kljakić, dio la orden, sobre todo por celos, porque las mujeres andaban con los oficiales…
Y así en el año 1945 mataron todo. En el Día de la Liberación de la Ciudad de Nevesinje, el 14 de febrero del año 1945. En ese entonces eso nos envolvió en luto a todos, descabezaron y mataron todo. Y todas las personas nuestras asesinadas eran civiles. Artesanos, comerciantes, gente que no fue parte de ningún ejército. Aquellos que estuvieron en el ejército, los heridos, ubicados en nuestra gran casa, a esos los mataron a todos, con un disparo en la frente, mataron a todos los heridos.
Y ahora, cuando miramos esto hoy, comparas y analizas lo que pasó en el año 1945, ves que eso es la continuación del año 1918, que eso es la continuación de la formación de la Gran Serbia, la continuación de la limpieza; en realidad ni un día dejaron de pensar en cómo limpiarnos. En Nevesinje, de aquel gran porcentaje de musulmanes, y parcialmente también de croatas, del año 1945 no quedó ni el 18%.
Sobre las personas que en esos días fueron asesinadas nunca nadie hizo declaraciones, seguramente la gente no podía ni chistar, seguramente eso fue así.
Un día después del hecho que describí, mi padre y Salko Korkut, junto con Hamzo Kazazić, juntaron a todos los nuestros asesinados en ese carro para animales, cavaron una gran fosa y los sepultaron a todos juntos allí…
Ahora, ¿qué pasa con esa fosa común?
Pues vea, Nevesinje está construyendo una fábrica de tricota. Hay campo cuanto quieras. Pero el gobierno corta una parte del cementerio y en ella construye la fábrica, sobre los huesos, supongo que para que no se revuelvan los huesos ahora que la gente comenzó a abrir las fosas comunes, será porque alguien se acordó también de esta y pidió que se abra. Y exactamente sobre los huesos se construyó esa fábrica en Nevesinje.
El cementerio lo cortaron por la mitad, y para peor, por el cementerio pastaban los animales, la cerca la derrumbaron… Nosotros después lo cercamos, cuanto se pudo.
Dos mezquitas fueron transformadas en depósitos, la mezquita Dugalić džamija y la mezquita Trebović džamija. Nosotros manteníamos la mezquita Careva džamija, ella servía a su fin, y a las otras dos las convirtieron en depósitos, y quedaron como depósitos hasta el mismo día de hoy (si es que todavía están en pie, cosa que dudo).
En Varaždin, noviembre de 1992
BEHAR (Zagreb), número 3, noviembre-diciembre de 1992, pág. 10
Redacción/crímenes comunistas


